Una persona preguntaba a un rabino: ¿Por qué habló Dios desde la zarza ardiendo? Y el rabino contestó: “hubiera hablar desde un inmenso árbol, desde un noble roble o desde un ciprés, pero quiso enseñarnos que habla desde donde quiere, aún desde un humilde zarzal”
Enseñanza preciosa para todo maestro que desde las alturas de la sabiduría, se vuelve incapaz de aprender desde un humilde discípulo. Razón tenían los chinos cuando afirmaban: el hombre que logra ver las cosas pequeñas, tiene una visión límpida.
La pedagogía de la religión esta basada en la idea misma de un Cristo que quiere darse a conocer a través de sencillas pero claras enseñanzas tal como lo explicaba en sus parábolas a fin de hacerse entender mejor, es por eso que la religión en la educación actual debe ser dinámica, sencilla y transparente para que el estudiante desde muy temprana edad demuestre su interés y la asuma como una materia fundamental en la formación de valores que lo lleven a ser un miembro activo dentro de nuestra actual sociedad que se muestra decadente y apática ante un Dios.
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